Logotipo, imagotipo, isotipo, imagen corporativa

Estas antiguas marcas industriales eran, por lo general, un conjunto compuesto de imágenes y textos combinados, predominantemente ilustraciones acompañadas de elementos ornamentales; la marca hacía las veces de ilustración, o más bien a la inversa. Cuando la etiqueta del envase o el cartel tenían éxito, pasaban a convertirse en la marca de la casa. Se trataba de marcas en su mayoría de formas realistas o por lo menos figurativas; copiaban de la realidad.

Hoy, la marca es un fenómeno mucho más complejo, con un entorno no sólo material, sino también social y cultural. En un entorno tan competitivo, cambiante e incierto, las marcas tratan de ser objeto de deseo, seducción, espejos en los que veamos proyectada nuestra imagen.

Llegados hasta aquí, ¿qué elementos componen una marca?

Logotipo o logo. El término más comúnmente utilizado por todos y en muchas ocasiones de forma errónea, ya que logo significa palabra, con lo que estrictamente este término sólo hace referencia al nombre comercial y su representación tipográfica, al texto, sin signos ni imágenes acompañando al nombre.

Isotipo. El símbolo que acompaña al nombre de la marca. Una buena comunicación de marca logrará que el isotipo de la marca sea reconocido por sí mismo, sin ningún acompañamiento de texto.

Imagotipo. Símbolo y texto aparecen juntos pero claramente diferenciados, incluso podrían aparecer por separado y funcionar…

Isologo. Imagen y texto aparecen como un todo indivisible que sólo pueden funcionar juntos, separados perderían su sentido.

Imagen corporativa. Queda clara la importancia de la comunicación visual en la construcción de las marcas, sin diseño gráfico no habría imagen. Ahora bien, es obvio que la marca es un sistema vivo, compuesto también por nuestras percepciones y experiencias. Se fabrica más fácilmente un coche que una imagen. La imagen es todo aquello que el producto significa, sus valores, dejando de ser un simple signo de identidad visual.

Identidad corporativa. En 1908, en Alemania AEG intuía la importancia que alcanzaría la coordinación de los elementos vitales de la marca, el “espíritu corporativo”. Con esa idea integradora, AEG se adelantaba medio siglo, trabajando en concebir un estilo de empresa único que alcanzara la producción, la comunicación, mensajes, objetos y entornos; relaciones internas y externas, comerciales e institucionales, creando una imagen unitaria, una expresión coherente, aplicándola a edificios, fábricas y oficinas, exposiciones y establecimientos comerciales. También a productos, anuncios y logotipos. El paradigma de la dirección de arte y perfecta definición de identidad corporativa.

Identidad visual. La manifestación  visual de la imagen de marca y sus aplicaciones: logotipo, isotipo, imagotipo, papelería, vehículos, señaléctica… Vendrá recogida en el “Manual de identidad corporativa”.

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